Ayer 19 de Abril fue un día muy especial para Gustavo Petro, no sólo por su significado en la historia de la izquierda del país, sino porque los astros se alinearon para favorecerlo.
Gustavo Petro recibió miles de mensajes de cumpleaños, cuando ayer celebró la llegada de sus 61 años. Las redes sociales se colmaron de saludos y felicitaciones, así como de apoyo incondicional a la campaña del senador del progresismo.
Durante la alcaldía de Bogotá, Petro fue acusado de discriminación contra los hombres al implementar un plan piloto para que el vagón delantero de los buses de Transmilenio fuerza exclusivo para uso de mujeres. La Corte Suprema de Justicia, que resolvió archivarla en las últimas horas.
Los magistrados determinaron que el acto
no configuraba ningún delito y que por el
contrario se trató de una “simple acción
afirmativa o mecanismo de discriminación
positiva a favor de las mujeres”, dice el fallo.
El alto tribunal consideró que esta decisión ayudó a protegerlas de abusos contra su integridad física y psicológica al usar el transporte público, pues para ese momento varias mujeres habían sido víctimas de acosos en los articulados del sistema.
Además, añadió la Corte Suprema, la medida no era obligatoria sino “estrictamente discrecional encaminada a prevenir conductas” que se estaban volvieron frecuentes, puntualizó la decisión.
Después de estas dos primicias y de manera simultánea se conoció la petición que hizo el senador en relación a las chuzadas de las que fue víctima por parte del liquidado Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).
Sus abogados apelaron una sentencia en la que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca condenó al Estado a repararlo con alrededor de 500 millones de pesos por las interceptaciones ilegales contra él y varios miembros de su familia.
Según el documento, los montos fijados
para la reparación de sus familiares no
se ajustan a los daños y por eso pide
triplicarla. En ese sentido, se pasarían de
760 salarios mínimos a 2.700, lo que
representaría una cifra que asciende
a los 2.400 millones de pesos.
La defensa de Petro justifica su pedido en que “sus padres y hermanos se vieron obligados a vivir fuera del país” y abandonar sus actividades; además, fueron víctimas de amenazas.
Mientras que su esposa e hijos “han estado obligados a vivir encerrados en su casa, su vida social ha sido casi nula y con muchas dificultades y limitaciones para compartir en su ambiente; debido a las constantes amenazas, desprestigio y presiones a las que se han visto sometidos”.