La tecnológica extiende las pérdidas registradas el viernes, día de su salida a bolsa, y también acusa el pesimismo generalizado desatado por la subida de aranceles de China
Uber sigue cayendo —de hecho, en su segundo día en los mercados cae aun más que en el primero—. La empresa ha caído un 10,8%, añadiendo estas pérdidas a las caídas del 7,4% con las que cerró el viernes, día de su salida a bolsa. Asimismo, la compañía de VTC y transporte cotiza ya en los USD$37,7 por acción.
No en vano, el entorno bursátil está siendo pesimista para las bolsas en general, no solo para Uber. Después de que China haya anunciado una subida de los aranceles sobre hasta 60.000 millones de dólares en importaciones estadounidenses (como respuesta a la imposición de EEUU del viernes), el Nasdaq cae casi un 3%, arrastrado por los desplomes de Apple (-5%) y otras tecnológicas especialmente expuestas al comercio asiático.
No obstante, las caídas de Uber también se enmarcan dentro del pesimismo asociado con su sector: su competidora Lyft ha perdido el lunes un 5,8% y ya acumula una caída cercana al 40% desde que debutó en Wall Street a finales de marzo. Y es que ambos modelos de negocio presentan unas pérdidas contundentes, además de dudas acerca de la viabilidad de su negocio en un entorno de extrema competencia tanto por usuarios como por proveedores, como los restaurantes de los servicios de comida a domicilio.
Los efectos del agujero de Uber ya se empiezan a sentir entre sus principales apoyos. SoftBank, que tiene invertidos más de 9.000 millones de dólares en la empresa a través de su Vision Fund, se ha dejado un 3,3% en la bolsa de Tokio este lunes, después de toda una semana cotizando al alza.