OPINIÓN: KICO BECERRA
Entiendo el aburrimiento de Petro en su despacho de la Casa de Nariño y su deseo de estar el menos tiempo posible en ese lúgubre lugar; sin duda, es mejor estar visitando a todo el País echando discursos, elaborando teorías económicas y untándose de pueblo.
El problema es que él es el presidente y debe cumplir con todos los compromisos como tal, entre ellos, nombrar a los jefes de entidades importantes del estado que, hoy continúan vacantes, porque el primer mandatario está viajando por el país.
¿Quién está ejerciendo el poder en la presidencia? Esa pregunta ronda por todo lado; los amigos de Petro dicen que Prada, el ministro del Interior, y eso los tiene muy molestos; los otros miembros de partidos de gobierno, dicen que su secretaria privada la Dra. Saravia; otros dicen que, la primera dama. Lo cierto es que, viajando Petro, 4 días a la semana, ese vacío lo van llenando los cortesanos.
El incidente de la elección de Cano “el brevísimo”, en la presidencia de Ecopetrol, es producto de esa ausencia de interacción del mandatario con sus allegados.
El triunfo de Lula en Brasil demuestra que, para las masas populares el tema de la corrupción es de relativa importancia; ya había pasado en Argentina con el lema: «Ladrón o no ladrón, queremos a Perón»; ahora, Brasil dijo: «Corrupto o no corrupto, votamos por Lucho” (Luis Ignacio).
Lula no la va a tener fácil, con congreso en contra y por haber ganado por tan pocos votos. Claro que, él es perro viejo y late echado. Entre otras, su elección le quita protagonismo a Petro, como líder de la izquierda latinoamericana; Lula, sin ingenua duda, es de más peso.
Ñapa: Fuerte vainazo a Petro le hizo Lula, diciendo que, dejar de explotar petróleo era una pendejada.