Ante la decisión de la togada Carmen Helena Ortiz que considera que hay suficiente material probatorio para que el líder del Centro Democrático se defienda ante un juez por el delito de soborno a testigos y fraude procesal, el expresidente Uribe decidió salir ante los medios a explicar sus acciones, desde su perspectiva.
Álvaro Uribe Vélez se pronunció desde su finca en una intervención que tituló “expropiaron mi reputación”, en la que ratificó su posición con respecto a la supuesta manipulación de testigos.
En consecuencia, el exmandatario empezó diciendo que respeta a Ortiz, aunque no estuviera de acuerdo con ella, y repitió los argumentos que ha tenido a su favor.
“Hubo 22.000 invasiones a mi teléfono en 32 días y evidencias que acreditan que nunca ordené buscar testigos, que jamás ofrecí beneficios ni autoricé ni supe de giros de dinero, que no pasó por mi mente que mintieran u ocultaran la verdad, que no es cierto que haya pretendido engañar a la justicia”, relató.
Además, acotó que su obrar se tradujo de la siguiente manera: “Simplemente, autoricé a Diego Cadena [su exabogado] a corroborar la información que me llegaba”.
“No hay una sola prueba de que ponga en duda esta información”, añadió al tiempo que decía “deplorar” una aparente manipulación de pruebas utilizadas en su contra.
Y concluyó llevando el tema al campo de la política al expresar que no es un “estafador”, como lo quiere hacer pensar la “carga ideológica de mis adversarios”.
“La señora juez recoge la teoría de la Corte y de las supuestas víctimas que cuestionan mi afán de corroborar informaciones por razones electorales”, agregó.
“En medio de las dificultades, seguiré con mi versión sobre este proceso que ha conducido a expropiar mi reputación. He sido servidor público honesto y consagrado”.