La estrategia de salir en la televisión nacional para informar sobre el comportamiento de la pandemia a nivel nacional, fue una estrategia copiada del gobierno de Donald Trump, incluso la copia fue tan perfecta, que vistieron al presidente de igual manera y bajo los mismos protocolos usados en la Casa Blanca.
Si es cierto que durante el primer mes, los colombianos siguieron las intervenciones del presidente Duque, poco a poco la sociedad se fue aburriendo del espacio presidencial, en especial cuando se hablaba de las millones de ayudas que se habían entregado y la gente no veía porque a ellos nunca les llegaba nada.
Para los críticos del espacio, este tiempo al aire sólo fue un desgaste económico en beneficio de la imagen del presidente y el partido de gobierno (Centro Democrático), que enfocó sus espacios en la promoción de sus invitados, todos ellos, parte del gobierno.
La verdad es que han pasado más de 100 días desde que vemos al presidente todos los días en la televisión, asumiendo un roll de presentador de noticias y ya su audiencia ha bajado notablemente.
Muchos saben que para llevar este espacio al aire, se requiere de al menos dos horas previas en la preparación del espacio que incluye lectura del discurso, maquillaje, ensayo previo ante cámaras y demás necesidades previas a una transmisión.
¿Todo este tiempo perdido en
la preparación de cada espacio
no debería dedicarse mejor a
hacer el trabajo por el cual
fue elegido presidente?
Director: Habib Merheg Marún