Opinión: Kico Becerra
Hay cosas que con el paso de los años, por ser parte de nuestra vida cotidiana o de nuestro entorno, se van convirtiendo en cosas nuestras.
En Cali, la iglesia de la Ermita, los samanes y ceibas del paseo Bolívar, las palmas de la plaza de Caycedo, el monumento del cerro de Cristo Rey, la loma de las 3 cruces, Juanchito, Chipichape y, el Champús o la lulada, son parte de todos los Caleños.
Siempre nos duele cómo desaparecieron el Hotel Alférez Real o el Batallón Pichincha, entre otros; me pregunto qué nos faltó para evitar que eso sucediera.
Hoy se nos notifica que está a punto de desaparecer otro ícono de nuestra vida diaria: el periódico El País.
Puede que fuéramos lejanos o cercanos a ese periódico, que no hubiéramos compartido su línea política o editorial, que hubiésemos sido atacados o alabados por sus noticias, pero El País es parte de la caleñidad y debemos tratar que no desaparezca.
La vida cibernética obliga a adecuarse a nuevas realidades y eso implica un severo cambio, para ajustarse a ser cada vez más virtuales y, por eso, sus directivos deben virar a las nuevas tendencias de comunicación social.
Ojalá este proceso de reestructuración logre evitar que desaparezca y podamos conservar a El País, como parte cultural de nuestro terruño. Todos debemos tratar de poner nuestro granito de arena para mantenerlo.
Ñapa: Gracias a todos los que me acompañaron anoche al lanzamiento público del libro de mis susurros. Mucho aliciente sentí con la masiva presencia y las manifestaciones de cariño. Que delicia es saber que cuento con su generosa amistad.
Director: Habib Merheg Marún