Si hay una palabra que ofenda a un policía colombiano es que se refieran a él con el término “tombo”. Constituye un irrespeto a la autoridad y fácilmente puede acarrearle a quien se la pronuncie, mínimo, unas buenas horas de calabozo.
El español en Colombia tiene tantos términos propios que existen varios diccionarios de colombianismos que intentan recoger las palabras que se usan a diario y cuyo origen siempre queda entre el mito y la realidad.
Por ejemplo, la palabra “tombo” equivale a la palabra “botón” pero al revés. El botón o mejor, los botones, eran elementos destacados en el uniforme que usaban los agentes de policía y de allí se habría desprendido el término despectivo para nombrarlos sin nombrarlos. Algo similar a la palabra “tira” con las que se hacía llamaba a policías de civil en referencia a un distintivo que llevaban los uniformes a la altura del hombro.
Aunque el término “tombo” es usado en varios países de América, no en todos es usado despectivamente. En Perú, por ejemplo, su significado no siempre es despectivo, pero, por si las moscas, es mejor siempre decirles “señor agente”…