El alcalde de Nueva York, Erik Adams, firmó la orden para internar en centros psiquiátricos a los habitantes de calle que tengan algún tipo de trastorno mental grave. Sin embargo, la medida causó polémica, pues ellos serán internados incluso en contra de su voluntad.
Adams justificó esta medida asegurando que es una manera de enfrentar los desafíos que causan las personas en situación de calle. Además, en la medida se les otorga mayor autonomía de trabajo a los empleados que atienden y evalúan a los habitantes de calle.
Según el alcalde, se trabajará para los habitantes de calle que no pueden “satisfacer sus propias necesidades humanas básicas hasta el punto de que sean un peligro para sí mismos”.
También se creará una línea que permitirá la comunicación directa entre agentes de policía y los médicos para así lograr evaluar el estado de los pacientes rápidamente.