Solo 10 % del padrón electoral asistió a las urnas uruguayas para votar en el pre-referendo que consultaba la posibilidad de derogar la Ley Integral para Personas Trans. Como se necesitaba al menos el 25 % para avanzar con el proyecto, quedó desarticulada la avanzada evangélica para el retroceso en derechos.

Delfina Martínez lucha por la Ley Integral Trans / Brian Ojeda

«El cambio profundo es cultural: si las leyes existen pero no se cumplen, pasan a ser ley muerta. Hay que seguir luchando para que la ley se cumpla», dijo Delfina Martínez, impulsora de la Campaña Nacional Ley integral para Personas Trans.

La ley, aprobada a fines de 2018, restablece derechos vinculados a identidadsaludeducación y cultura.

Pero incluso antes de que se aprobara, el evangelista y ex precandidato por el opositor Partido Nacional, Carlos Lafigliola, empezó a promover que se derogara y a juntar firmas para realizar el pre-referendo.

Sin embargo, antes del fracaso del pre-referendo, Iafigliola denunció que su partido lo había dejado solo. «Yo creí que algún compañero del partido iba a acompañarme. No fue nadie, solo mi gente. Ha sido una campaña dura pero pudimos sensibilizar a mucha gente», sostuvo Lafigliola.

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«Fue muy complicada la previa, hubo una campaña enorme para desinformar a la gente. Despertaron una alarma social quienes impulsaban la consulta como para generar ese voto a través del miedo«, contó Delfina, una activista.

Entre otras cosas, asegura la activista, buscaron que la opinión pública avanzara hacía el odio y la discriminación. «Dijeron que se metería en las escuelas y las familias, que le quitaría la patria potestad a padres y madres, que era peligroso decirles a niños y niñas que no se nace ‘varón’ o ‘mujer'», describió. 

La reparación histórica fue otro de los puntos en debate. «Los mamarrachos se hicieron la campaña en contra. La gente se daba cuenta de que estaban mintiendo. No tenían argumentos para sostener que nuestras compañeras —que son sobrevivientes— son privilegiadas«, relató. Si bien el monto de ayuda estatal que percibirán será poco dinero, se entiende la importancia simbólica del reconocimiento de que el propio Estado ha ejercido violencia sobre los cuerpos, que ha criminalizado y encarcelado. «Es devolverles la dignidad», remató. 

Director: Habib Merheg Marún