Al Mundial parece faltarle un tornillo. Y no respecto a lo que trae como consecuencia definir hacerlo en un país como Catar con todas sus carencias en defensa de derechos humanos y restricción de libertades, no. Es por los resultados: Japón derrota con muchos méritos a Alemania y se suma a Arabia Saudita como selecciones sorpresa en la competencia.

Alemania, candidato al título, atacó de todas las formas posibles, pero cuando no fue la defensa rígida japonesa la que evitó los avances, fue el arquero que en ocasiones detuvo el paso del balón hasta en 4 oportunidades seguidas rechazando pelotas que amenazaban con irse adentro de su portería.

Japón 2 – Alemania 1. Otro resultado que seguramente no figuraba mucho en las apuestas ni en las cuentas de nadie.

Los alemanes que salieron al campo y en la foto protocolaria se taparon la boca como gesto de protesta ante lo que ocurre en Catar y en la FIFA por las manifestaciones del equipo en pro de los derechos de los LGBTI+, pasaron de esa “mordaza” a la que les impuso Japón, mucho más cruel e inesperada.

Habib Merheg Marún