El próximo 7 de agosto Iván Duque dejará la silla presidencial y se le cerrarán las puertas del avión presidencial a través del cual ha viajado por el mundo varias veces lo que nos ha costado a los colombianos una cifra cercana a 4 mil millones de pesos.

Sus partidarios alegan que ha sido uno de los presidentes que menos viajes ha hecho al exterior pero olvidan que el mundo estuvo prácticamente cerrado durante dos años de pandemia y por ende, los viajes internacionales reducidos a su mínima expresión. O sea que las cuentas de los viajes hay que hacerla durante los dos años que pudo viajar lo cual lo ubica, mínimo, en el podio de los más viajeros.

Que viaje el presidente de un país a representarlo en el exterior, es una de sus funciones. Pero que siempre viajara acompañado de su hermano que no tiene ninguna relación ni con la presidencia, ni con el estado, ni con el gobierno, nunca pudo ser justificado. Como tampoco la de ciertos miembros del gobierno que fueron a reuniones con el presidente sin tener nada que ver con el asunto que convocaba la participación del primer mandatario.

Pero la crítica más fuerte de los viajes al exterior del saliente presidente, fueron los temas de sus discursos en los cuales siempre invocaba asuntos que parecieran suceder en otro país y no en Colombia. Mientras en la ONU hablaba de su lucha contra la deforestación, las cifras de todos los entes lo contradecían. Mientras se ufanaba de la defensa del Acuerdo de Paz y de la vida de los líderes sociales, más trabas tenía el proceso y más masacres casi que a diario registraban los medios.

Para cerrar con broche de oro, entre el 15 de mayo de 15 de junio Duque viajó 4 veces al exterior: Reino Unido, Turquía, Suiza y dos veces a Estados Unidos. En 30 días estuvo 15 por fuera.

Habib Merheg Marún