Por Mauricio Marulanda
Siete soldados del ejército colombiano fueron acusados de la violación de una niña de la comunidad indígena Embera, los cuales ya fueron detenidos por las autoridades y ahora esperan su proceso legal, dentro del marco jurídico y la nueva aplicación de ley de Cadena Perpetua para violadores.
Para la justicia ordinaria, este sería el primer caso en el que se podría aplicar la nueva ley y condenar de manera ejemplar a los siete soldados del ejército que, abusaron sexualmente contra la menor de edad, pero por tratarse de ser una niña de la comunidad Embera, existe la posibilidad de que dicho delito sea procesado por parte de los Embera, como lo dispone en la ley de resguardos indígenas.
Por otro lado, las fuerzas militares tendrían la posibilidad de exigir que dicho proceso legar se lleve a las cortes militares por tratarse de soldados activos de la institución. En este caso podrían evadir la justicia ordinaria y evitarían la aplicación de la nueva ley de Cadena Perpetua.
De llegar el caso a la justicia ordinaria, nos tocaría esperar a ver como las cortes deciden si aplicaría la nueva ley, que obligaría a las cortes a sentenciar a estos soldados con todo el rigor de la ley.
Lo curioso del asunto, es que hoy, en una entrevista radial, se dio a conocer que existen al menos veinte casos conocidos de abusos sexuales por parte de soldados a niñas Emberas, que nunca salieron a la luz pública.
Hace unos años, soldados de los Estados Unidos llegaron a Colombia y se les acusó de más de 50 violaciones a niñas campesinas e indígenas. Aseguran algunos medios que los soldados grabaron los abusos sexuales en vídeo y que dichos vídeos de violaciones, fueron distribuidos en redes sociales y comercializados en el mercado negro de pornografía infantil.
Si el ejército es el ente protector que
representa al Estado ¿Qué garantías
existe para aquellos que esperan la
protección del gobierno?
Lo grave del asunto es que personajes de la política nacional como María Fernanda Cabal, lanza un trino absurdo como este:
Por supuesto las voces de protesta ante este trino no se dieron a esperar:
Por supuesto que si cambiamos el escenario y la menor violada no fuera una niña indígena, sino la hija de una Reconocida Periodista puedo asegurarles que el Centro Democrático lanzaría todo su arsenal contra los violadores, pero paras María Fernanda Cabal y sus compañeros de partido, se debe investigar a fondo, a lo mejor y gracias a la buena gestión de la Fiscalía General de la Nación, terminemos descubriendo que la niña los sedujo con el uso de brujería y si tal vez, podamos culpar Gustavo Petro por inculcar la prostitución en las comunidades indígenas. Así son las cosas en Colombia, no se extrañen.
Para nada me extraña que ahora la solución sea enviar a la niña aun hogar de paso, distante de su familia y su comunidad, tampoco me extrañaría que los culpables no sean condenados y el caso terminé demostrando que fue la niña la que incitó a la violación y mucho menos me sorprendería que Duque haga promesas de ayudar a la niña y todo termine como los cuatro hijos de María del pilar Hurtado Montaño, a quienes le prometieron ayuda del gobierno Duque y después del darse pantalla en los medios, dichas ayudas NUNCA LLEGARON a los huérfanos de la líder social.
