Opinión: Kico Becerra

De antemano comento que este escrito no podrá ser entendido por menores de 49 años.

En mi infancia y adolescencia la Semana Santa, era totalmente distinta a lo de ahora ,que debe llamarse semana de turismo.

Era un acontecimiento religioso social de gran respeto y tenía un ritual estricto. El jueves , viernes y sábado santo, no se ponía música popular en las emisoras , por ejemplo. Solo música clásica.

El domingo de ramos todos se iba a misa para hacer bendecir el ramo y comenzaba la veda de comer carne, solo se consumía pescado. Las misas eran en latín y los padres no se quitaban las sotanas, ni para jugar fútbol.

El jueves santo, con la pinta puesta, había que ir a visitar monumentos a las iglesias y todas las imágenes estaban tapadas con trapos morados. Era aprovechado para encontrarse con las novias imaginarias o reales, a quienes acompañábamos de iglesia en iglesia.

El viernes santo se ayunaba y a las 3 de la tarde empezaba a llover, era parte del ritual. Se escuchaba por radio el sermón de las 7 palabras y había gran recogimiento.

Por televisión y en los teatros solo proyectaban películas religiosas. Yo me sabía de memoria el mártir del Gólgota, la vi como 20 veces.

Para comulgar había que estar en ayunas y era pecado tocar la hostia. Durante los días santos, no tocaban las campanas, se hacían tronar las matracas.

Quien besara a su pareja con intensiones morbosas o se atreviera a » aparearse» , corría el riesgo de quedarse pegado , como cualquier perro callejero y, era un pecado casi sacrílego.

Bañarse el viernes santo, podría acarrear la consecuencias de volverse pescado. Más de uno no hizo caso y anda con su bocachico colgado.

El domingo de resurrección era para ponerse traje y se salía a desearle felices pascuas a todo con quién nos encontrábamos. Se mostraba gran alegría por la resurrección del Señor.

Quien no podía ir a las procesiones de Popayán, iba las procesiones de Palmira. Era muy famosa la procesión del viernes santo. Resultaba  divertido, aunque debía ser pecado, esperar los gritos del loco Luisito, anunciando que venían, vestidos con frac,  los caballeros del santo sepulcro, diciendo: » ahí vienen los caballeros del sepulcro, caminando como si estuvieran cagados».

Nada que ver con lo de ahora, que casi nadie cree en alguna religión, se pueden ver películas porno en tv el viernes santo y  se escuchan reguetones con letras explícitas como : » Te voy a claval con mi puñal, que tengo debajo del delantal, y se que te va a gustal».

Terminamos siendo un País sin tradición, sin Dios y sin ley.

Ñapa : conmovido con la quema de Notre Dame en Paris. Casi increíble que, por falta de precaución elemental, pase eso en un país de primer mundo. Vimos quemar mil años de historia.