Por @EscribidorMao
Siéntese bien y prepárese para el chiste de nuestro presidente Duque, que apoya la idea del alcalde Pumarejo de Barranquilla, que se inventó la propuesta de crear un escenario para la Fórmula 1, porque un evento así traería progreso y muchos negocios a la ciudad, como diría Levy Rincón, hágame el … favor.
Me encantan estas propuestas porque son el reflejo total y vivo de un garrotazo a las arcas de la ciudad y por supuesto del recurso nacional y sólo un idiota podría considerar su viabilidad.
Construir de la nada un escenario para una carrera de Fórmula 1 requiere de un terreno inmenso y hablo de de al menos 20 kms cuadrados de terreno, que alojarían una pista perfectamente adecuada (cómo las hermosas carreteras que construimos en Colombia) para que estos carros puedan rodar sin problemas. A todo esto agréguele la tecnología última generación que se necesitaría para ofrecerle a las grandes marcas un escenario propio para dichas carreras, sólo con esas dos condiciones estamos en pañales de lograr algo parecido.
¿dónde está el tumbis?
La magia de este catastrófico desastre de propuesta está en varios puntos que vamos a explicar con lujo de detalles, al mejor estilo colombiano.
No Tenemos Cultura de Fórmula 1
Hace como diez años, un joven piloto colombiano de Formula 1, llamado Juan Pablo Montoya fue el primero que llegó a las pistas de la fórmula y de inmediato los canales privados le dieron toda la pantalla necesaria para ganarse unos pesos transmitiendo las carreras que pocos entendían como era la dinámica de este deporte de ricos.
Ahora y en medio de la crisis que afrontamos, el alcalde Pumarejo le quiere meter por los ojos un proyecto cultural-deportivo al inepto de presidente que tenemos para que saque recursos que no tenemos, dejando endeudado aún más al país, para estimular un negocio en el que sólo los contratistas y políticos se verán beneficiados.
La Compra del Lote
Sobra decir que en la compra del lote estará involucrada la familia Char, la dueña de esa ciudad, que por una fortuna conseguirá los estudios previos para venderle al país un basurero de tierra para construir el famoso y necesario escenario deportivo.
Imagino que la cifra será de varios miles de millones de dólares que nuestro presidente llamará inversión naranja y que sólo nos dejará un sabor ácido en la economía del país.
Ya deben estar preparando reuniones con empresarios locales y armando un paquete chileno para convencer al creador de la economía naranja de invertir en este proyecto.
La Experticia de la Construcción
En toda la historia de este potrero hemos podido construir una carretera decente que nos lleve del punto A al punto B y la razón es simple, no usamos las materias primas adecuadas, no usamos a los ingenieros expertos que deben responder por la calidad de la obra y por último y más grave, los contratos de tercerizan a unos corruptos que sólo construyen bien el peaje de cobro para ganar plata sin fronteras.
La Pericia de los Bandidos
No me cabe en la cabeza que un país que está afrontando una crisis social y de corrupción total, pretenda tan siquiera evaluar una propuesta tan absurda como esta, no tiene sentido una inversión de esta magnitud que en nada beneficia a la población más necesitada, ¿O nos quieren hacer creer que los vendedores ambulantes podrán vender galletas y frunas al interior del escenario, o que los vigilantes de carros ganaran dinero cuidando los autos de la Ferrari para que no se los roben?
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Pero ya nada es sorpresa, la verdad es que ni causa risa ver tanta ineptitud en un presidente como el que tenemos, toca tomar aire y rezar para que los días pasen rápido y que este señor no tenga más ideas y contratos que firmar para acabar de empobrecer a este país.
