Opinión: Kico Becerra

Me acuerdo que, de niño, cuando hacía algo a mis hermanos y, me regañaban mis padres, contestaba: «ellos comenzaron».

Lo mismo está pasando ahora con la atrocidad del asesinato de los líderes sociales.

Los partidos no pertenecientes al gobierno, utilizan políticamente esa masacre para fustigarlo, como cómplice, por no evitarlas.

El gobierno explica que está haciendo todo lo posible por proteger a los líderes y que, es la fiscalía quien investiga para hallar los responsables; agregando que no se debe utilizar esa tragedia políticamente.

«Ellos comenzaron», riposta la oposición, acuérdense del discurso escrito por Uribe, que leyó el bachiller Macías, acusando a Santos de ser responsable de esos crímenes y, pasado un año, de su gobierno, siguen creciendo.

Los gritos desgarradores del hijo de la líder de los recicladores frente al cadáver de su madre, nos deben conmover, a toda la Nación, para que unánimemente repudiemos este desangre infinito y rechacemos cualquier uso politiquero de esta barbaridad.

Todos sabemos que, ni Santos, ni Duque, son los directos responsables de esos homicidios, aunque, es claro que, el Estado Colombiano no ha podido o querido, según algunos, dedicarse a combatir a los causantes e inductores de esta ola de crímenes.

Lo que cada vez suena menos verosímil es que, se trate de casos aislados. Aquí hay un sistemático patrón que implica una diabólica conspiración.

María del Pilar Hurtado se debe convertir en la insignia de la decisión de un País, para señalar a los culpables de estos atroces hechos.

¡No más huérfanos producto de este exterminio macabro!

Director: Habib Merheg Marún