Nunca, en ningún momento de la historia humana, el planeta había llegado a tener tantos gases de efecto invernadero como lo está hoy en día. Según los datos del Observatorio Mauna Loa que está ubicado en Hawai, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzó este fin de semana más de 415 partes por millón (ppm), mucho más que en cualquier otro momento de los últimos millones de años.

Las reacciones no se han hecho esperar: el meteorólogo Eric Holthaus lanzaba un mensaje en su cuenta de Twitter muy explicativo: “Ésta es la primera vez en la historia humana que la atmósfera de nuestro planeta ha tenido más de 415 ppm de CO2. No sólo en el tiempo del que tenemos registros, no sólo desde la invención de la agricultura hace 10.000 años. Desde antes de que existieran los humanos modernos hace millones de años. No conocemos un planeta como éste”.

Bill McKibben, otro educador y luchador por el medio ambiente dejaba su propia reflexión en las redes sociales: “Pensando en la madre naturaleza hoy. 

A partir de esta mañana, la concentración de CO2 llegó a las 415 ppm por primera vez en muchos, muchos millones de años”.

JODIMOS AL PLANETA

El problema no es pequeño: las organizaciones ecologistas llevan años alertando del problema que los humanos estamos generando, pero no se les escucha. Las fábricas siguen contaminando, los coches siguen contaminando, las calefacciones siguen contaminando. El mundo no se pone de acuerdo para poner freno a una situación que muchos consideran catastrófica. Incluso hay quien ha puesto fecha: si antes de 2030 no se cambia de dirección, no habrá marcha atrás.

Los efectos devastadores de la presencia de dióxido de carbono en la atmósfera ya se están haciendo notar. La temperatura global del planeta ha subido ya un grado y sigue aumentando. Sin embargo, nadie parece pensar en las consecuencias que ese aumento del termómetro puede provocar a nivel global.

Si la temperatura del planeta aumenta en dos grados centígrados: calor extremo, veranos sin hielo en los polos, aumento de casi medio metro del nivel del mar, desaparición del 8% de los vertebrados de la tierra y del 99 por ciento de los corales marinos, etc.

Todo ello provocaría más ciclones, más inundaciones, más olas de calor severas y que un millón de especies desapareciera del planeta. Sería el principio del fin y, según los expertos, queda poco tiempo para poner freno a esta situación. Si no se hace ahora ya no habrá marcha atrás en el futuro. Los expertos ruegan a los gobiernos de todo el mundo que tomen las decisiones correctas y que lo hagan ya.