No se trata de Carlos Vives, sino de Enrique Vives, el empresario que atropelló a siete jóvenes, asesinando a seis de ellos y dejando al menor de todos en la clínica durante más de un mes.
Ahora el escándalo se centra en el conductor de la madre del señor Vives, que se vio involucrado en un accidente en donde se vio involucrado otro menor de edad y que, según los testigos, intento escapar de la escena del accidente.
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Aunque la mujer, Piedad Caballero Vives, no iba conduciendo el vehículo, que transitaba por una zona peatonal de las playas de Taganga, Santa Marta, lo cierto es que, luego de arrollar a un niño de 10 años que estaba acostado en la arena, la mujer emprendió la huida y dejó en la escena al conductor del vehículo, identificado como Óscar Alfredo Bustamante.
Bustamante explicó que “En el carro ingresé a la zona peatonal a recogerla a ella y a unos amigos de ella que estaban en un hotel. En esa zona vi que ingresaron 2 taxis que salieron con pasajeros, en vista de eso yo también ingresé. Yo iba muy lento y no atropellé a ningún niño”.
“Se condujo al señor Bustamante y sus acompañantes al CAI de Taganga para la elaboración de pruebas de alcoholimetría. En este punto, interviene la señora Piedad Caballero quien toma el vehículo identificado y emprende la huida hacia el distrito de Santa Marta”, dijo el uniformado.
