OPINIÓN: KICO BECERRA

Una tradición muy típica de Cali es la celebración del día de los ahijados, el 29 de Junio.

Según la RAE se define como ahijado a una persona apadrinada por otra en su bautismo; no hay ahijado sin padrino y viceversa.

En Cali se celebra con macetas de azúcar; la maceta es un tronco de maguey (balso) adornado con dulces de alfeñique y figuras de cartulina, especialmente ringletes, banderas y tiras de papel de muchos colores. Los jodí con eso; ya les explico:

Alfeñique: «Pasta de azúcar cocida y estirada en barras muy delgadas y retorcidas»; tradición de nuestros ancestros árabes.

Ringlete: Juguete de niños que consiste en una vara o palo delgado, en cuyo extremo va sujeta una rueda o estrella de papel que gira impulsada por el viento.

Es una tradición que terminó siendo patrimonio cultural de la ciudad que, ha vivido siempre del dulce que proviene de la caña de azúcar. Ahora, se hacen concursos de macetas, donde la creatividad gastronómica abunda, No es recomendable para diabéticos; con mirar una maceta se padece un coma diabético.

Aprovecho para confesar que he sido un mal padrino; tengo muchos ahijados que nunca veo y no les regalo macetas. Si hubiera “Padrinoestar Familiar”, yo estaría en la jaula por mi irresponsabilidad padrinal; culpa compartida con mis compadres, por haberles dado semejante padrino.

Después de esta confesión, he decidido pagar mi penitencia, yendo al barrio San Antonio de Cali a comprarme una maceta y comérmela a nombre de todos mis ahijados.
¡Feliz día ahijados!

Lástima que tanto la palabra padrino y como la de ahijado hayan cambiado de connotación. Padrino se asemeja a jefe mafioso y ahijado a mancebo oculto de un homosexual.

Hay una anécdota divertida de dos connotados jefes políticos locales, conocidos por su mariconería que, al encontrarse uno de ellos le presentó a su ahijado, a lo que el otro ripostó diciendo: «Lo conozco de atrás, fue ahijado mío hasta hace 3 meses».

Ñapa: La cosa está tan difícil para el gobierno que, va a tener que volver a Roy para apaciguar los políticos; una especie de primer ministro (hasta donde hemos llegado);
Roy es el Fouché del régimen.