En Barranco La Loba, en Bolívar, ya no aguantan más abusos y tras motines cada 15 días, tomas de la alcaldía, hospital y hasta la registraduría por parte de ciudadanos, ha sido el panorama que ha vivido en los últimos cuatro años, el pueblo bolivarense que no ha aceptado a ninguno de los alcaldes que han llegado. 

La historia se remonta al año 2015, cuando la elección democrática de Uldarico Tolosa se vio frustrada luego de que el mandatario fuera capturado y procesado por presuntas relaciones con grupos armados ilegales. 

Meses después llegó a laborar como alcalde encargado Mauro Martínez de la Puente, pero tras protestas de la comunidad por inconformismos con su gestión, fue reemplazado por Jorge Díaz, quien estuvo en el encargo mientras se tramitaba una nueva terna a manos de Cambio Radical, el partido político de Tolosa, el titular.

alcaldia-de-barranco-de-loba

Así comenzó la historia sin fin de este pueblo, que cansado de ver como juegan con ellos, decidieron ponerle un alto a los candidatos de Cambio Radical que son rechazados por parte de la población, por considerarlos no aptos para el cargo y corrupción.

“Vamos de nuevo a cerrar las instalaciones de la alcaldía. Nosotros pedimos un alcalde de Barranco no queremos gente de Cambio Radical que le ha hecho mucho daño a la comunidad”, dice York Mesa, líder de Barranco de Loba.

Este caso representa un claro ejemplo de la necesidad de un cambio sustancial en las elecciones populares y al igual que Barranco, son muchas las ciudades que no están de acuerdo a los manejos administrativos de sus gobernantes y aún así, continúan al mando de sus cargos. Barranco se convierte en ejemplo de la fuerza social en contra de la corrupción.

Director: Habib Merheg Marún