Por @EscribidorMao
El panorama nacional para los colombianos es bastante deprimente, cada vez que aparece un nuevo escándalo, creemos que tocamos fondo, pero al día siguiente la corrupción nos recuerda que vivimos una pesadilla sin fin.
EL CASO MINTIC
Gracias a los medios de comunicación independientes, se descubrió el descalabro del Ministerio de la Tecnología y las Comunicaciones, en donde se entregaron $70 mil millones en adelantos para un contrato que nunca llegará a buenos términos, producto de la corrupción implacable de un país, en donde ser bandido tiene el apoyo de los entes de control del Estado.
Ahora, cuando la Ministra Karen Abudinen terminó aceptando que los honorables contratistas de la empresa Unión Temporal Centros Poblados Colombia son unos descarados, bandidos que estafaron al gobierno, los directivos de la Unión Temporal se rebuscaron un juez en Puerto Colombia (Atlántico) para que por medio de una tutela se pusiera de parte de los estafadores.
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Así opera la mafia de la corrupción en Colombia, atrincherados y protegidos por jueces corruptos que, carentes de toda ética y moral, se ponen de parte de los bandidos que, según la Ministra Abudinen, no buscan robarse $1,2 billones de pesos, sino $4 billones en total.
El DESPRESTIGADO PAE
Llevamos al menos cinco años denunciando la mafia de los contratos en el Programa de Alimentos Estudiantil en donde contratistas corruptos consiguen, gracias a sus nexos y la mermelada que reparten, obtener jugosos contratos con el Estado para finalmente entregar alimentos en descomposición o de mala calidad a los niños en las escuelas públicas.
No hay ética en el proceder de estos degenerados a quienes no les importa la salud de los niños con tal de llenar sus cuentas privadas.
Son pocos los casos que han logrado condenar a esta mafia, pero en el mejor de los casos, se otorgó casa por cárcel a los culpables. ¿No debería considerarse este delito como un abuso a los menores de edad? ¿Podría aplicarse la nueva ley que otorga cadena perpetua a los culpables? Claro que no, porque la justicia actual está comprometida con los bandidos.
líderes sociales asesinados
88 asesinatos de líderes sociales han ocurrido en lo que va del año, sin contar los 31 casos que la fiscalía sigue investigando sin asegurar que son masacres de la misma índole, porque aún están siendo investigados.
La respuesta del gobierno parece un discurso rayado que ya todos conocemos:
- «Investigaremos exhaustivamente hasta encontrar a los responsables»
- «Hemos nombrado una comisión investigadora …»
- «Llegaremos hasta el fondo de todo esto …»
- «Ofrecemos $100 millones de recompensa …»
- «El que la hace la paga …»
- «No descansaremos hasta encontrar a los culpables …»
Estas son las frases que salen a relucir en cada escándalo y la realidad es que pasan los días, los meses y los años y los culpables siguen libres, disfrutando de los beneficios que le otorga la justicia de Colombia a los bandidos.
la demagogia del «todo está bien»
Son miles los motivos, grandes, medianos y monumentales para que la ciudadanía se sienta asaltada en su buena fe, es preocupante el mensaje que envía el gobierno, en donde deja claro que ser corrupto paga bien en Colombia.
Por un lado, el mensaje del gobierno invita a las nuevas generaciones a convertirse en bandidos, porque los corruptos siempre tienen una puerta trasera para escapar de la justicia.
Por el otro lado, cuando los decentes deciden alzar su voz de protesta y salir a las calles a manifestarse les envían al ESMAD a golpearlos y arrestarlos por revoltosos y comunistas.
Pero lo más cínico de parte del gobierno nacional, es salir por los medios de comunicación y aclarar que el país va por buen camino y que la reforma tributaria recuperará la estabilidad del país.
transformar la justicia
Un país sin un sistema de justicia equilibrado no ofrece garantías de ningún otro tipo. De nada sirve una reforma tributaria si los corruptos siguen robando sin control, de nada sirve mejorar el desempleo cuando la justicia no cumple con sus funciones más básicas; de nada sirve un cambio en la estructura política si desde el congreso, las gobernaciones y alcaldías la corrupción tiene boleta de salida de la cárcel para cometer todos los delitos que desee.
Si no enderezamos la balanza de la justicia, no hay futuro para el país, no hay equilibrio social, ni estabilidad democrática.
¿A qué estamos dispuestos los
colombianos con tal de
transformar la justicia?
