La pequeña Jolee Lavergne Addison llega al mundo en un vehículo conducido a toda velocidad por su padre, entre los gritos de la madre y los llantos de dos niñas. El hijo de 10 años de la parturienta grabó la escena

Michael Addison y Rudia Napier se dirigían el pasado 24 de mayo a toda velocidad a un hospital del Estado de Nevada (EE UU). La mujer tenía contracciones y estaba a punto de dar a luz. Pero no consiguió llegar a tiempo:

“¡Mike, el bebé está llegando, el niño está saliendo ahora mismo!”. Y así fue.

Tras el nacimiento, hubo unos segundos de angustia en los que la pequeña no lloró, pero todos llegaron sanos y salvos al hospital. “Fue toda una experiencia”, ha declarado la mujer, que salía de cuentas el 9 de junio, a Inside Edition. “Fue, a la vez, la mejor y la peor experiencia que jamás he tenido”, ha añadido la coprotagonista de esta historia que ha tenido más de 10 millones de visualizaciones en Facebook.

La grabación del nacimiento de la pequeña Jolee Lavergne Addison fue publicada en esa red social por el orgulloso padre: “Espero que este vídeo no haya ofendido a nadie. Siendo completamente sincero, lo he publicado porque me parecía un momento extravagante y lo grabó mi hijo”. Aprovechando la rápida e inesperada fama, la familia ha organizado una colecta digital para conseguir un coche más grande.

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