FRANCISCO MEJÍA PARDO

Por estos dias se celebran los 2 años de acontecimientos sociales y de reacciones, donde la lucha popular deja aprendizajes y retos para la construcción de una nueva Colombia más justa y equitativa hacia el futuro.

Todo comenzó en noviembre del 2019 con una serie de marchas donde se denunciaba la falta de mejores condiciones de vida para los trabajadores y los más vulnerables, que por cierto perjudicaron gravemente a las micro y pequeñas empresas especialmente, así y todo el Gobierno Duque presentó al Congreso una reforma tributaria regresiva y que no se compadece con la situación socioeconómica que vivía el país y es así como el Comité Nacional del Paro (CNP) convoca el 28 de abril una marcha contra  la pretensión de hacer retirar la reforma tributaria, pues el país sufriría de un empobrecimiento generalizado, ya que el Ministro Carrasquilla impone gravámenes a la canasta familiar y a tributar a  personas con ingresos cercanos a los de la clase media. Este Paro Nacional produjo que más de la mitad de la fuerza laboral pasará a la clase informal (rebusque diario), el desempleo aumentó casi al 20% y la pobreza llegaba al 60%. Esto también ocasionó que los hogares en barrios populares izaran un trapo rojo en sus puertas y ventanas en señal del hambre que sufrían porque se juntó con el aislamiento de la pandemia. Vienen otros hechos provenientes de los manifestantes y de la fuerza pública y se desató la indignación y la ira popular por 3 meses, donde se crearon las barricadas o puestos de bloque y las primeras líneas, en varios puntos de la ciudad. Esto dio como resultado que el gobierno nacional retirara la reforma tributaria. Esta coyuntura tuvo distintas intensidades en cada ciudad y región pero tenía un  protagonista generalizado: la juventud. 

Esta revuelta popular y de otros sectores agazapados que pescaban en río revuelto y por la otra parte la interlocución de la sociedad civil, permitieron que el diálogo fuese la forma democrática de ir aclimatando una posible solución que hoy sigue en construcción, donde la comunicación entre ellos fuese directa y darnos la oportunidad de construir confianza, edificando propuestas que hoy son dignas de resaltar como es el Comité de Mediación por Cali, las iniciativas de paz del Oeste, Compromiso Valle y una no menos importante y con prospectiva, como es la Visión Compartida donde agendas colectivas y populares estamos edificando una Cali Soñada al 2036. No podemos dejar por fuera también el trabajo de las instituciones de educación superior que aportaron el programa que también apoyó el Municipio, Todas y Todos a estudiar. Estas iniciativas tienen como propósito crear una sociedad más justa e incluyente, erradicar el hambre, el desempleo, la falta de oportunidades para todos pero en especial para los jóvenes y madres cabeza de familia. Otro reto es seguir teniendo un diálogo que nos unan en medio de la diferencia y construir una Cali Ciudad-Región o un Área Metropolitana, para abarcar otros municipios que tienen visiones e intereses compatibles y complementarios con la de la capital vallecaucana. Con toda esta narrativa se está superando en parte el paro nacional.

Pero también se ha dicho, que lo ocurrido hace 2 años fue un estallido social, algunos lo reconocen asi porque según dicen los actores fueron auspiciados por la guerrilla, el narcotráfico, los grupos ilegales, el movimiento de izquierda internacional y por supuesto el petrismo, cosa que yo no tengo como demostrar pero en cambio sÍ tengo un argumento contundente que se evidenció en 1995-1997 cuando la Secretaría de Desarrollo Económico Municipal posibilitó la llegada de una Misión del Banco Mundial denominada «Cali, Colombia: Hacia una estrategia de desarrollo social de ciudad», un estudio con un proceso participativo (encuestas y grupos deliberativos) y un estudio analítico, donde los objetivos fueron: 

-Ayudar a la administración de la ciudad y a los más interesados a identificar una estrategia que permita superar la CRISIS por la que atraviesa la ciudad .

-Servir de facilitador neutral en el proceso de reconstrucción del LIDERAZGO que la ciudad tanto necesita.

El estudio tuvo una metodología con 4 etapas: -Etapa 1- Identificación y asignación de prioridades en relación con los principales problemas de la ciudad (reactivación económica, desarrollo social, la violencia urbana, la educación, la modernización institucional, el ordenamiento territorial). -Etapa 2- Desarrollo del marco de referencia analitico. Se formaron grupos que incluyeron personal del BM y expertos locales para estudiar a fondo cada uno de los temas y en el estudio se empleó información primaria y secundaria. -Etapa 3- Diseminación y validación de los resultados. -Etapa 4- Plan de Financiación.


Respecto de la etapa 1 las prioridades a resolver fueron: -Reactivación económica/ empleo. -Desarrollo social/alivio de la pobreza, atención a los grupos vulnerables. -Convivencia pacífica/seguridad/violencia urbana. -Educación-  Modernización institucional/gobierno/corrupción. -Planeación urbana/ordenamiento territorial.
Como podemos ver esta realidad trasladada al 2023, parece casi idéntica en materia de prioridades para sacar adelante la ciudad, pero lo más determinante y que explica la razón de prospectar, lo que se veía venir para Cali y con ello un un ESTALLIDO SOCIAL es la siguiente siguiente conclusión: «La combinación de la apertura y la globalización, la guerra civil y la lucha contra las drogas, produce la RECESIÓN ECONÓMICA  MÁS PROFUNDA QUE HAYA EXPERIMENTADO LA CIUDAD. Un alto nivel de desempleo, una acelerada devaluación de la tierra y la incidencia de la creciente pobreza, junto con la disparidad de los ingresos, un alto nivel de criminalidad y altos índices de violencia. Se desvanecen la cohesión social y la búsqueda de la supervivencia individual o estrategias de acumulación, al punto que el 80% de los habitantes de la ciudad están en los estratos 1-2 y 3″.
Esto quiere decir que desde 1997, cuando se entregó el estudio a la Administración Municipal, nos dejaron ver que si no corregimos el camino que llevamos y atendemos estas recomendaciones, la CIUDAD SERÍA INVIABLE. Esta dura realidad fue desatendida por las siguientes administraciones, la insensibilidad de la clase política y la desidia del sector empresarial.

Posdata: «Hay que conciliar los intereses de quienes impulsan una agenda social y los que prefieren una agenda económica que prioriza la producción. Cuando eso no pasa, aparecen la polarización y las tensiones. Por el contrario, si se llega a un justo medio los resultados son muy buenos. Asi se ve en las sociedades más exitosas de la Tierra, en términos de bienestar para la mayoría». 

Paul Collier

FRANCISCO MEJÍA PARDO