Hoy cedo este espacio en homenaje a la memoria de las victimas y lideres sociales no solo del Cauca si no de todo el país.

Por : Víctor Jiménez

La mesa de Derechos Humanos por la defensa de la vida y el territorio en el departamento del Cauca es una instancia organizativa que recoge en su interior diferentes organizaciones sociales como: Asociación Nacional de Usuarios Campesinos -ANUC, Asociación de Institutores y trabajadores de la Educación del Cauca – ASOINCA, Asociación por amor al arte, Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado – MOVICE, Asociación de vivienda –Hogar digno Hogar, Cooperativa de agricultores y productores del sur del Cauca –COSURCA; que desde los distintos campos y radios de acción donde se desarrolla su trabajo, convergen en la lucha por la defensa de las garantías que permitan alcanzar las condiciones de vida digna, para hombres y mujeres que habitamos el departamento.

El Cauca, presenta en su configuración geográfica características que lo comprometen con una serie de problemáticas que le han dado la connotación nacional de zona álgida, política y militarmente como zona roja, que han definido algunos corredores estratégicos para su movilidad, entre las diferentes zonas del Cauca y hacia otros departamentos de la región suroccidental de Colombia. En estas condiciones los habitantes de esta región, han hecho de este territorio algo más que una amalgama cultural, que se articula con la biodiversidad del paisaje y de la zona; siendo afectados social, económica, cultural, ideológicamente, por una serie de problemáticas que bien vale la pena reconocer:

  1. Los índices de necesidades básicas insatisfechas, han generado unos niveles de pobreza bastante altos; que solo aparecen como datos estadísticos, sin que haya una política del estado clara para abordar y enfrentar esa realidad, maquillando o justificando la situación.

  2. La presencia de cultivos ilícitos en los territorios; como consecuencia de las pocas oportunidades escolares y laborales para la población y en particular la campesina, afro e indígena, hacen que quienes habitan el territorio, se involucren en el cultivo y la producción de ilícitos, como único medio para obtener recursos para su sostenimiento básico.

  3. Las condiciones de desarrollo, sustentabilidad y sostenibilidad de la economía campesina, el relacionamiento proactivo en las comunidades y la falta de alternativas productivas sostenibles y sustentables, no permite el desarrollo proactivo de las comunidades.

  4. La presencia de actores armados legales e ilegales en el territorio ha generado un ambiente de constante zozobra, desplazamientos y confrontaciones físicas y Psicológicas; coartando oportunidades para que las comunidades que habitan la región, puedan compartir y sacar adelante otras unidades productivas lícitas, sin perder su identidad territorial.

  5. La estigmatización y asesinato sistemático de los líderes sociales, que organizan y movilizan las comunidades por la defensa de los derechos humanos y las garantías de una vida digna para los habitantes en su territorio. Frente a esta situaciones las organizaciones sociales que hacen parte de la Mesa de Derechos Humanos por la Defensa de la vida y el territorio, vienen dinamizando acciones contundentes frente a la violación de derechos fundamentales como la vida, la Salud, la defensa de la educación pública, la vivienda digna, el reconocimiento del campesinado como sujeto de derechos y actor en la construcción de políticas que dinamicen la producción campesina nacional, bajo un modelo sustentable y sostenible en armonía con la naturaleza; el reconocimiento y respeto por la diferencia, encontrando en la movilización social, conjunta y organizada la estrategia de lucha para la reivindicación de los derechos y la atención del estado tan esquiva para la sociedad colombiana.

Director: Habib Merheg Marún