Por Mauricio Marulanda
Entraba por un café a la cocina de mi madre y estaba escuchando la radio, mientras comía su arepa con chocolate y decidió hacer una pausa para preguntarme: «Mijo, ¿hasta cuándo este país sigue con tanta corrupción? Me quede mirándola mientras servía el café y aproveché para sentarme frente a ella y darle una explicación que pudiera entender.
Querida madre, en las pasadas elecciones, sólo me faltó arrodillarme para convencerla que votar por Iván Duque era un error catastrófico, le expliqué de manera detallada todos los procesos en que Álvaro Uribe Vélez está involucrado, las masacres como la del Aro, las desapariciones forzadas, los falsos positivos, las políticas contra el empleo y los recargos nocturnos, la historia de los hijos de Uribe que vendiendo Manillas se volvieron millonarios, le hablé del Centro Democrático y su incidencia en la justicia y cómo alteran resultados y adormecen los procesos para que lleguen a vencimiento de términos … Le expliqué todo eso, justo una semana antes de las pasadas elecciones y aunque prestaba atención a mis palabras, terminó argumentando lo que muchos aseguran: «Mijo, gracias a Uribe es que se acabaron los secuestros en este país».
Hoy preguntó: «Pero si existen todas esas pruebas, ¿Por qué no meten a esos bandidos a la cárcel? Mi madre, como muchos ciudadanos de la tercera edad, son gente que cree en la palabra de las personas, confían ciegamente en la justicia y la transparencia, desconocen totalmente sobre los temas oscuros de la justicia en donde, desde el presidente para abajo, todos están confabulados para robar a la nación, para tomar ventaja y quedarse con aquello que nos pertenece a todos.
Me tomé dos cafés, mientras le expliqué la realidad de Colombia y la preocupación de saber votar en las próximas elecciones. Y surgió esa pregunta que esperaba: «¿Y si es cierto que Petro nos va a llevar al Comunismo?
Necesité de preparar otras dos tazas de café y explicarle el programa de Petro, de la eliminación del TLC, del apoyo a los campesinos, de las mejoras en educación, del apoyo a la micro empresa y la activación del empleo, del sistema de salud que debería ser eficiente por parte del Estado …. Me tomó casi dos horas contarle el proyecto de Petro, un proyecto progresista.
Uno resistencia por parte de ella y surgió la pregunta final: ¿Y si sale chimbo ese señor?Sonreí como es costumbre y la miré fijo a los ojos. «Madre, tal vez no pueda cumplir todo lo que promete, pero si cumple una sola cosa, habremos dado un gran paso en el progreso del país, pero lo único cierto es que seguir votando por los mismos es seguir en el mismo círculo de corrupción … usted tendrá que decidir el día de las votaciones».
Es necesario un cambio político en Colombia, debemos renovar, en lo posible, todo el congreso y la Casa de Nariño, y para ello, debemos ser conscientes de la realidad que vive el país. Debemos escuchar con atención las propuestas de los candidatos, entender con claridad las posibles afiliaciones políticas que tienen unos con otros y ante todo, debemos comprender que otro gobierno del Centro Democrático sería catastrófico para la ciudadanía.
¿Eso me convierte en Petrista? No necesariamente, eso me convierte en un colombiano responsable que escucha, piensa, evalúa y se preocupa del futuro del país. También me gusta la manera de pensar de Luis Pérez, al igual que Camilo Romero, pero me opongo rotundamente al pensamiento y criterio de Sergio Fajardo y su cercanía con Uribe, me preocupan liberales y conservadores que siempre apoyan a los corruptos sin importarle el pueblo, me preocupa las reuniones de los Char y Dilian Francisco con Uribe, que a sabiendas de la pésima imagen de Uribe, van hasta el Uberrimo a arrodillarse ante el gamonal de Colombia para buscar alianzas. ¿Qué se puede esperar de esas alianzas? Sólo una cosa, la clara intención de mantenerse en el poder.
Por lo menos el voto de mi madre ya no lo tienen y aprovecho para invitar a todos los que leen mis columnas a hacer el mismo ejercicio, crear consciencia en todos aquellos que están a nuestro alrededor, para recordarles que llevamos más de 20 años gobernados por Uribe y su partido de gobierno, que en nada le importa el agro, la economía nacional y el bienestar de los colombianos.
Mauricio Marulanda
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