En un hecho sin precedentes y de manera heroica, un ciudadano denuncia ante la autoridad a una camioneta de placas gubernamentales, dedicada a la «caza de multas», por estar mal estacionada y violar la norma de tránsito. Tras unos minutos de deliberación por parte del oficial de policía, se procedió a imponer la multa al vehículo y obligar al conductor a retirarse del lugar.

Es relevante decir que la multa nunca será sancionada, debido a los convenios establecidos entre la empresa privada que imputa las multas y la gobernación, pero al menos se logra ganar una pequeña batalla en donde se obliga a la camioneta abandonar el lugar en donde opera buscando infractores, a pesar que la ley dice que debe haber, a por lo menos 500 metros un aviso que prevenga a los conductores, anunciando la existencia de la cámara.

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