Buscando ser más amigables con el ambiente, el ingenio Pichichi, ubicado entre los municipios de Guacarí y Ginebra, en el departamento del Valle del Cauca, cambió los herbicidas por ovejas para el control de las llamadas “malezas”.

Las “malezas”, son plantas silvestres que constituyen una amenaza para los agricultores porque compiten con los cultivos por el agua, la luz y los nutrimentos del suelo; además, sirven de hospederas para insectos, hongos, nematodos y virus que pueden ocasionar pérdidas en las cosechas.

Actualmente el proceso cuenta con 102 ovinos entre hembras, machos y crías para un control de 550 hectáreas.

Esta técnica ha logrado buen resultados porque no solamente se deja de aplicar productos de síntesis química, sino que se evita la contaminación de los suelos y las fuentes hídricas.

Este trabajo hace parte del proceso de producción de la caña orgánica, un producto que ha logrado mucha demanda en mercados locales y extranjeros.

“El proyecto de ovinos se inició hace dos años. Realmente tenemos unos indicadores de control de malezas en suerte o zonas, en un periodo de tres meses, con tres ovejas por hectárea, obteniendo impactos positivos de varias formas: Una es la disminución de costos al reducir la mano de obra para control manual y otra, por disminución en la aplicación de ingredientes activos para el control de malezas con herbicidas”, añade Serrano.

En este tipo de procesos la CVC acompaña, pero también avala la apropiación de buenas técnicas de producción, en donde las empresas como el caso del ingenio, toman la iniciativa para mostrar a los demás que es posible la producción generando beneficios adicionales y minimizando los impactos al medio ambiente.