Recordemos que Javier Ordoñez, el joven universitario que hacía grafitis fue asesinado brutalmente por dos agentes de la policía, los cuales fueron llevados hasta la justicia, en donde uno de ellos, Juan Camilo Lloreda aceptó los cargos y ahora se encuentra sentenciado, pero su compañero Harby Damián Rodríguez, que negó las acusaciones y se declaró inocente, ahora pide ser liberado por vencimiento de términos.
Ambos patrulleros fueron destituidos e inhabilitados por 20 años por la Procuraduría General de la Nación, siendo esta la sanción más alta impuesta por esa entidad.
Al respecto, el padre del grafitero Diego Felipe Becerra, otro caso de asesinato a manos de un uniformado, que los funcionarios siempre buscan la manera de zafarse de los líos judiciales.
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“Normalmente los policías cuando están agrediendo, cuando están torturando, cuando están asesinando a una persona piensan que ellos lo pueden hacer por el hecho de portar un uniforme, creen que tienen el derecho de hacerle daño a una persona pero en el momento en que les toca responder a la justicia ahí si se creen inocentes y empiezan a utilizar todo tipo de artimañas, a través de sus abogados, para quedar en libertad y burlar la justicia”, dijo el padre.
