Amelia Pérez, una de las ternadas ante la Corte Suprema por el presidente Gustavo Petro, renunció a su candidatura para ser la próxima fiscal general de la nación a pocos minutos de que los magistrados se reunieran para votar nuevamente y decidieran quién ocupara el cargo.

La abogada Pérez renuncia, no por corrupta, no por incompetente, no por falta de experticia en lo penal. Renuncia –para decirlo en términos de conversación entre vecinas-, por el chisme que le armaron a su esposo. Aquí los extractos principales de su renuncia:

  • …La decisión tomada, HH magistradas y magistrados, obedece al surgimiento e interferencia de factores extraños a una tranquila y pacífica elección, los cuales han sido atravesados por episodios perturbadores, como, por ejemplo, el cuestionamiento a opiniones ajenas a la suscrita difundidas en las llamadas redes sociales
  • … en segundo lugar, señoras y señores magistradas y magistrados, los inéditos episodios emergidos en este proceso de elección, han tocado las puertas de la quizá principalísima virtud de todo ser humano, bien igualmente personalísimo, como es LA DIGNIDAD…
  • … al parecer asistimos, la suscrita y todo mi entorno familiar, a una re victimización que parece no tener fin, aparte de la violencia de género fundamentada en trinos cuya autoría es completamente ajena a la suscrita…
  • … en tercer orden, señoras y señores magistradas y magistrados, la imperativa necesidad y obligación de dejar a salvo de todo riesgo y peligro, a lo más preciado que existencialmente tengo: mis hijos MANUEL ANTONIO y NICOLAS GREGORIO, mi compañero permanente de vida y mi familia en general.
  • Finalmente, HH magistradas y magistrados, lo único que me guio desde el momento de la deferencia y el honor y honra de los que me hizo objeto el señor Presidente de la República, fue, aparte de tratar mi experiencia y conocimiento en el campo de la investigación criminal, escenario natural de la competencia de la FG, fue el de contribuir a la consecución, o al menos tratar de morigerar sus causas, de esos bienes supremos que nuestra Carta Política, consagra y protege, como son la Justicia Social y una Paz duradera para todo nuestro pueblo.

Respetuosamente,
Amelia Pérez